Hoy toca una recomendación que te permitirá entender mejor mi enfoque en terapia.
Verás, si te gustan los thrillers, hay una serie de Amazon Prime que merece la pena tu tiempo:
Bates Motel.
Se trata de la precuela moderna de la icónica película de Alfred Hitchcock, Psicosis.
Ya sabes, la de la típica y estridente escena de apuñalamiento detrás de la cortina de la ducha.
Sin desmerecer el análisis psiquiátrico, como psicóloga sistémica, lo que más me atrae de esta serie es cómo retrata la evolución de Norman Bates desde su llegada como un joven inocente al motel junto a su madre, hasta convertirse en un peligroso asesino.
En particular, cómo su ambiente familiar, la relación madre-hijo, las necesidades en conflicto, y las interacciones con otros individuos tuvieron un impacto significativo en él y toda su familia.
Porque aunque suene increíble, esta serie te hace empatizar con Norman.
Puedes comprender que su salud mental y las disociaciones de su identidad, no se reducen a un desequilibrio químico individual.
A un nivel superior, te das cuenta de que es el resultado de un complejo entramado de interacciones sociales que han influido en su desarrollo psicológico y que todavía hoy afectan a su percepción de la realidad.
Y es justo desde este punto de vista, desde donde a mí me gusta abordar la terapia psicológica y el desarrollo personal.
No desde la psiquiatría o el psicoanálisis.
Tampoco desde los diagnósticos médicos o la locura.
Por el contrario, entendiendo que tu bienestar actual, es por encima de todo, el resultado de una historia, de un contexto y de unas dinámicas interpersonales únicas.
Y que la forma más efectiva para empoderarte consiste, por tanto, en ayudarte en la exploración, comprensión y transformación de esas influencias.